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Después de la Etnometodología
por Abdel Hernández San Juan
12- Wendy Watriss: El Arte y la Ciudad
Abordar la ciudad desde el arte ha sido por mucho tiempo un deseo
y un esfuerzo en recurrentes certamenes del arte contemporáneo.
La ciudad como concepto vivencial y paisaje, --ha sido motivo de salones
y bienales en las que deviene el tema convocado, Pinturas, dibujos,
fotografías, esculturas, instalaciones ambientales y muestras,
sorprenden por los modos diversos en que los artistas abordan “la
ciudad”. Desde expresiones figurativas que la representan por
sus zonas tipificables, tipos de edificios, de paisajes, aquellas
que la abordan desde sus mapas, pinturas y dibujos gráficos
de las calles, su norte, su este, su oeste, su sur, hasta aquellos
que se refieren a la ciudad mediante abstracciones materiales, objetos
encontrados, lajas, nombres de calles, la vivencia sensorial de la
ciudad, ello, además de los proyectos para espacios públicos
como son las esculturas en parques, hoteles y lugares de recreación,
monumentarias o ambientales.
Pocos son, sin embargo, más allá de lo temático,
los esfuerzos para pensar las relaciones entre “arte”
y “ciudad” en un modo más rico. La Bienal Internacional
de Fotografía Fotofest concebida y conducida por la crítico
anglosajona Wendy Watries en Houston representa un ejemplo iniciador
en este sentido.
Más allá de asumirla como un tema—aunque en ocasiones
también—se trata de un modo de asumir “la ciudad”
en relación al concepto de “utopía”. Como
espacio en sí mismo Fotofest aborda “la ciudad”
deviniendo en ella un programa con su “circuito”. El concepto
de “circuito” supone que, al recorrer la Bienal, los espectadores
se desplazan en una forma en la que visitando muestras se adentran
en la ciudad, espacios, galerías convencionales, edificios
del Down Town, viejos espacios semiabandonados restaurados y recuperados
para la muestra de “arte contemporáneo”, edificios
provistos de una historia, pacillos, cafes como espacios de galerías,
así como muestras en reconocidos y prestigiosos museos.
La Bienal en sí misma supone “una mirada hacia la ciudad”,
un concepto sobre las relaciones entre “arte y espectadores”,
“arte y público” a la vez que contempla una mirada
a “la ciudad desde el arte” y “al arte desde la
ciudad”. Lo anterior tiene interesantes resultados. Durante
el periodo de preparación, el trabajo urbano en Fotofest contempla
no sólo a las instituciones del mundo del arte, también
a la ciudad en general ampliando, por un lado, su universo de referencias
mientras, por el otro, las formas mismas en que se generan y producen
las bienales, áreas modernas, áreas históricas,
áreas en restauración, áreas donde están
los estudios de los artistas, opening houses, áreas de vivienda
y, entre una cosa y la otra, la imagen promocional de “la Bienal
en la Ciudad”; especialmente diseñada para el tránsito
y la circulación urbanos.
Muy bien organizada, el concepto de “diseño” ha
sido central para su éxito, así como ha sido un formidable
ejemplo de las “interacciones contemporáneas” entre
“alto arte” y “formas presentacionales modulares”,
“dinámicas”, “minimalistas” y relativamente
“estandarizadas”, tales como las que se pueden utilizar
en “ferias del libro”, por citar un caso, donde las distintas
editoriales universitarias y de otro tipo presentan sus títulos
y libros publicados. La “mirada clásica”, la “mirada
contemplativa”, la “mirada investigativa”, la “mirada
heurística”, la “mirada corporal”, la “mirada
sensual y sensorial”, la “mirada elocuente y sintética”,
la “mirada testimonial”, la “mirada nostálgica
y melancólica”, la “mirada experimentalista”;
todas ellas se han dado cita en Fotofest.
La mirada desde adentro del arte ha sido en este sentido única,
pues propiciando un movimiento a la vez “inclusivo” y
“extensivo”, “hacia adentro” y “hacia
fuera”; “hacia adentro”-- desde “la percepción”
y “la mirada”—trae al arte una ciudad sensorialmente
vivida, mientras “hacia fuera”, hace extensivo hacia la
ciudad en sus espacios objetivos, “miradas sensibles e intensificadoras”
de percepción de “la ciudad” desde el arte. La
fotografía se enriquece así de “la ciudad”
en la creación de estéticas que reifican “material
perceptivo y sensible” proveniente de la relación al
espacio pre-semiótico en que están dadas las cosas en
“la ciudad” misma, mientras “la ciudad” se
enriquece de la fotografía recibiendo de esta un modo distinto
y más intensificado de mirar, contraponiendo las representaciones
rutinizadas y estereotipadas a esta.
Pero no se trata simplemente –como fue entre los formalistas
rusos—de familiarizarnos en nuevas formas con “percepciones
extracotidianizadoras” que desfamiliarizan nuestras “percepciones
rutinizadas”, sino de propiciar --hacia “la ciudad en
la ciudad”--, posibilidades que actualizan el discurso sobre
estas –desde las imágenes de “la ciudad vivida
y experienciada”, hasta las “imágenes extrañadas”
que suscitan un “extrañamiento crítico”.
Si el concepto de “Fotografía” supone “géneros”
variados que van desde los más atábicos como la “caja
negra” y el principio de la luz, los lentes, los filtros, la
creación de imágenes de laboratorio, las imágenes
que sugieren lugares y espacios citadinos, el paso del tiempo físico
y la memoria en estos, la fotografía de “la ciudad como
paisaje”, “panorámas”, “la ciudad desde
si misma”, “la ciudad hacia la naturaleza” o desde
esta última hacia aquella, la “fotografía en interiores”,
la trabajada en el computador, las nuevas técnicas de fotografía
pictórica que han resultado de ello y las distintas formas
en que está presente en la fotografía en la “instalación
contemporánea”, las Bienales de Fotofest han presentado
un basto acercamiento “en géneros” de “la
fotografia hacia sí misma como arte”.
Se ha llegado en muchos casos a cuestionar el carácter exógeno
de una para la otra, “la fotografía y la ciudad”,
enfocando sus inclusivismos. Dos años entre una bienal y otra
no resulta muchas veces el tiempo suficiente, pero Fotofest “se
retroalimenta” no sólo “desde adentro hacia fuera”—como
por el efecto únicamente proposicional de sus organizadores,
sino también en forma múltiple, “de afuera hacia
adentro”, los “problemas conceptuales” a ser enfocados
en cada Bienal provienen de las conclusiones que en la Bienal anterior
se sucitaron en ambos sentidos, por lo que resultó del “viaje
de la fotografía hacia sí misma”, según
los problemas indagados, y por el resultado ante los espectadores?.
Recientemente la cede de la Bienal se ha trasladado a un galpón
renovado en Downtown. Este movimiento desde las grandes urbanizaciones
acomodadas, Riveroaks, el circuito galerístico de Colquit,
Richmont, Montrouse, el museístico de Rice University, el Museo
de Ciencias Naturales y las urbanizaciones aledañas hacia el
Downtown, desde las primeras ediciones hacia las últimas, tiene
que ver no sólo con la revitalización del Downtown,
que ha sido emprendida en la Ciudad de Houston en los últimos
años --el estímulo a las actividades artísticas
y el uso citadino del mismo--, sino también con esa “relación
retroalimentadora” a la que me refería antes; se siguen,
de hecho, presentando --y más que antes-- muestras en las galerías
y museos, hasta en el Museo de Jung encuentra uno muestras de Fotofest
durante el programa bianual de la Bienal.
Indudablemente una de las bienales de fotografía más
importantes del mundo gracias a su visión y probablemente “única
en su género”, su interés y calidad se ha relacionado
al de otros espacios de avanzada en el campo del arte hoy que se han
caracterizado, en un sentido u otro, por indagar las relaciones entre
“espacios convencionales” y “espacios no convencionales”,
incluyendo artistas jóvenes anglo, anglosajones, europeos del
oeste y del este, cubanos, africanos, asiaticos, una bienal abierta
a la sorpresa y “la motivación heurística”
hacia “el aprendizaje” resultante de la corroboración
de las muestras. Varios artistas cubanos de calidad que viajan desde
Ciudad Habana han presentado sus obras y a “la Fotografía
Cubana” se han dedicado significativos esfuerzos.
La noción de “circuito” resulta, obviamente, estrecha,
pues no contempla los elementos de espontaneidad y azar que tienen
que ver con el principio de “circulación” que caracteriza
a grandes ciudades modernas como Houston; las probabilidades son de
recibir en las galerías, tanto a un “espectador”
que se guía por el programa, como a otros que acuden a este
motivados inicialmente por alguna muestra ocasional. Tampoco esta
noción contempla la orientación y relación comunitaria
de Fotofest a nivel educativo, pero sugiere el hecho de que --mientras
en un “espacio muy convencional” como las salas del museo--,
tienes una muestra de fotografías de investigación sobre
“espacios no convencionales” en la ciudad, en “espacios
no convencionales, puedes tener una muestra sobre “espacios
convencionales” de la ciudad.
“Circulando por las galerías” estas “recorriendo
la ciudad” según Fotofest, mientras “recorriendo
la ciudad” te encuentras que en esta hay una constante; está
teniendo lugar Fotofest. El concepto de actualización puede
ser relevante para analizar Fotofest. Se presenta una muestra de arte
jóven en “género testimonial” que tiene
una relación a “la experiencia” y una en “género
documental” donde prevalecen la “metonimia” y la
“metáfora”, mientras se inaugura una muestra retrospectiva
de un fotógrafo en el cual tenemos una forma más tipificada
en ambos géneros décadas antes, actualizando con ello
los géneros y mostrando perspectivas nuevas. Se ofrece así
una mirada en la que distintos géneros se hacen “contrapunto”,
a la vez cuestionando estereotipos y reabriendo perspectivas.
En un dibujo de 1995 en el que expresaba preocupantes intelectuales
yo hablaba de una “estructura que se actualiza” indagando
la idea de que, más allá de la ausencia de estructuras,
o del fin de estas, la “actualización de una estructura”
nos remite a un nivel de “plasticidad”, que bien se nos
aviene en la era de la cibernética y la informática.
El concepto de una “estructura que se actualiza” cuestiona
la bipartición “sincronía” (simultáneidad)-“diacronia”
(linealidad), según la cual, para hayar la “estructura”
hay que tratar el “objeto de estudio” como si estuviera
“disecado” o “sin vida”, fuera de la “praxis
vital”, algo que dominó la imaginación del estructuralismo
hasta Lacan y Bourdieu. En la “estructura que se actualiza”
–el movimiento progresivo de Fotofest desde galpones de feria,
hacia un sólo espacio galerísico y luego hacia toda
la ciudad, la forma como se actualizan perspectivas sobre la ciudad
desde el arte y del arte desde la ciudad, los modos en que se actualizan
las narrativas sobre los géneros fotográficos, por mencionar
tres ejemplos de lo que llamo estructuras que se actualizan—la
“diacronía” no es ya aquello que le llega a la
“sincronía”, sobrepujandola como a su imposible,
porque en la “sincronía” según cortes que
suponía aquel concepto de “estructura”, la “estructura”
no podía actualizarse, la estructura estaba tan “simbólicamente
muerta” como aquello que para estudiar debía darle muerte
simbólica.
No es aquella “estructura” que, como por un efecto podría
sobrevenir desde su subyacencia hacia una condición otra. No
es una “estructura” que se busca por debajo, hacia adentro
en dirección a una “profundidad” o sobre la “superficie”
en dirección a una “latencia”, sino una que “se
actualiza en la actualidad del presente” que es su dinámica
y su lugar de efectuación. Wendy Watries a hecho un valioso
trabajo, su lectura de la fotografía a través de las
muestras ha reunificado “sensibilidad” y “percepción”,
“lo sensible” y “lo perceptivo”, “lo
contemplativo” y “lo visual”, la imagen en su memoria.
La contemplación como tal requiere tiempo para contemplar,
es una actividad socegada, en la que lo contemplado es objeto de la
contemplación tranquila, apacible, ella requiere la reunión
del tiempo de los sentidos con el tiempo inerte del mundo físico,
lo cual en ella acerca a su vez el “tiempo de la sensibilidad”
y ese “tiempo inerte”.
Por eso en la contemplación decimos que “lo perceptivo”
se pone en función de “lo sensible”, una forma
“inclusivo-extensiva” en la que la contemplación
de la ciudad y la ciudad contemplada coinciden como en la “imágen
fotográfica”. Ello diferencia la perceptividad del perceptivismo
que ha derivado en mucho arte óptico de efectos. Dado que la
fotografía es por excelencia un arte que necesita del “perceptivismo
óptico”, no poca fotografía más interesada
en sus tecnicismos, ha sido reticente a esta conjunción entre
“lo sensible” y “lo perceptivo” que ha sido
priorizada por Wendy más bien hacia una “fotografia de
las miradas”, lo que en un ensayo hace muchos años llamaba
“El Mirar de la Mirada” que se refiere no ya a “lo
que mira” y “al que mira”, sino al mirar de esa
mirada haciendo extensiva la mirada en lo sensible.
El concepto de “contrapunto” que he mencionado en otro
momento para referirme a formas de la crítica de arte y que
proviene de la mùsica de Bach puede resultar eficáz
y sugerente en este sentido; distintos acentos y matices que se contrastan
y se relacionan, se diferencian y se complementan, se extrañan
y se aprenden. Se presenta una muestra de arte jóven en “género
testimonial” que tiene una relación a “la experiencia”
y una en “género documental” donde prevalecen la
“metonimia” y la “metáfora”, ampliando
con ello más allá de la idea de que los géneros
en sí se correspondan con tipos de imágenes y figuras
retóricas a las que se han relacionado determinados estereotipos,
mientras se inaugura una muestra retrospectiva de un fotógrafo
en el cual tenemos una forma más tipificada en ambos géneros
décadas antes.
Se ofrece así una mirada en la que distintos géneros
se hacen “contrapunto”, a la vez cuestionando estereotipos
y reabriendo perspectivas. Mientras salía de las muestras que
mencionaba, andaba con un libro de George Gadamer en la maleta, “Estética
y Hermenéutica” que he leído varias veces porque
me gusta y sabía –me lo recordaba incluso en ese momento--que
leería ese libro siempre como un libro nuevo, y que libro bueno
no es realmente uno que puede leerse siempre, una y otra vez con la
misma vivacidad como un libro siempre nuevo?. Aunque entendiera en
profundidad los problemas abstractos estos podían recobrar
nuevas posibilidades.