HOME ABOUT LINKS CONTINUING RESEARCH PAGES SPEAKERS ABSTRACTS

 

Digital Cultures Lab Research

These pages will display research outcomes and ongoing investigations inspired by the 2005 international DIGITAL CULTURES LAB in DANCE TECHNOLOGIES. Click on the number sequence at the bottom.

The workshop outcomes and commentaries are organized in the same sequential manner as the various research workshops and paths created at the Digital Cultures Laboratory. These workshops and paths, with reference bibliographies and 'libraries,' can be found under our main headers:

S T R U C T U R E . O F . W O R K S H O P S

R E F E R E N C E S

R E S E A R C H . L I B R A R Y

Ethnographic Publication Site

spanish version

Después de la Etnometodología

por Abdel Hernández San Juan

 

12- Wendy Watriss: El Arte y la Ciudad

 

Abordar la ciudad desde el arte ha sido por mucho tiempo un deseo y un esfuerzo en recurrentes certamenes del arte contemporáneo. La ciudad como concepto vivencial y paisaje, --ha sido motivo de salones y bienales en las que deviene el tema convocado, Pinturas, dibujos, fotografías, esculturas, instalaciones ambientales y muestras, sorprenden por los modos diversos en que los artistas abordan “la ciudad”. Desde expresiones figurativas que la representan por sus zonas tipificables, tipos de edificios, de paisajes, aquellas que la abordan desde sus mapas, pinturas y dibujos gráficos de las calles, su norte, su este, su oeste, su sur, hasta aquellos que se refieren a la ciudad mediante abstracciones materiales, objetos encontrados, lajas, nombres de calles, la vivencia sensorial de la ciudad, ello, además de los proyectos para espacios públicos como son las esculturas en parques, hoteles y lugares de recreación, monumentarias o ambientales.


Pocos son, sin embargo, más allá de lo temático, los esfuerzos para pensar las relaciones entre “arte” y “ciudad” en un modo más rico. La Bienal Internacional de Fotografía Fotofest concebida y conducida por la crítico anglosajona Wendy Watries en Houston representa un ejemplo iniciador en este sentido.
Más allá de asumirla como un tema—aunque en ocasiones también—se trata de un modo de asumir “la ciudad” en relación al concepto de “utopía”. Como espacio en sí mismo Fotofest aborda “la ciudad” deviniendo en ella un programa con su “circuito”. El concepto de “circuito” supone que, al recorrer la Bienal, los espectadores se desplazan en una forma en la que visitando muestras se adentran en la ciudad, espacios, galerías convencionales, edificios del Down Town, viejos espacios semiabandonados restaurados y recuperados para la muestra de “arte contemporáneo”, edificios provistos de una historia, pacillos, cafes como espacios de galerías, así como muestras en reconocidos y prestigiosos museos.


La Bienal en sí misma supone “una mirada hacia la ciudad”, un concepto sobre las relaciones entre “arte y espectadores”, “arte y público” a la vez que contempla una mirada a “la ciudad desde el arte” y “al arte desde la ciudad”. Lo anterior tiene interesantes resultados. Durante el periodo de preparación, el trabajo urbano en Fotofest contempla no sólo a las instituciones del mundo del arte, también a la ciudad en general ampliando, por un lado, su universo de referencias mientras, por el otro, las formas mismas en que se generan y producen las bienales, áreas modernas, áreas históricas, áreas en restauración, áreas donde están los estudios de los artistas, opening houses, áreas de vivienda y, entre una cosa y la otra, la imagen promocional de “la Bienal en la Ciudad”; especialmente diseñada para el tránsito y la circulación urbanos.


Muy bien organizada, el concepto de “diseño” ha sido central para su éxito, así como ha sido un formidable ejemplo de las “interacciones contemporáneas” entre “alto arte” y “formas presentacionales modulares”, “dinámicas”, “minimalistas” y relativamente “estandarizadas”, tales como las que se pueden utilizar en “ferias del libro”, por citar un caso, donde las distintas editoriales universitarias y de otro tipo presentan sus títulos y libros publicados. La “mirada clásica”, la “mirada contemplativa”, la “mirada investigativa”, la “mirada heurística”, la “mirada corporal”, la “mirada sensual y sensorial”, la “mirada elocuente y sintética”, la “mirada testimonial”, la “mirada nostálgica y melancólica”, la “mirada experimentalista”; todas ellas se han dado cita en Fotofest.
La mirada desde adentro del arte ha sido en este sentido única, pues propiciando un movimiento a la vez “inclusivo” y “extensivo”, “hacia adentro” y “hacia fuera”; “hacia adentro”-- desde “la percepción” y “la mirada”—trae al arte una ciudad sensorialmente vivida, mientras “hacia fuera”, hace extensivo hacia la ciudad en sus espacios objetivos, “miradas sensibles e intensificadoras” de percepción de “la ciudad” desde el arte. La fotografía se enriquece así de “la ciudad” en la creación de estéticas que reifican “material perceptivo y sensible” proveniente de la relación al espacio pre-semiótico en que están dadas las cosas en “la ciudad” misma, mientras “la ciudad” se enriquece de la fotografía recibiendo de esta un modo distinto y más intensificado de mirar, contraponiendo las representaciones rutinizadas y estereotipadas a esta.


Pero no se trata simplemente –como fue entre los formalistas rusos—de familiarizarnos en nuevas formas con “percepciones extracotidianizadoras” que desfamiliarizan nuestras “percepciones rutinizadas”, sino de propiciar --hacia “la ciudad en la ciudad”--, posibilidades que actualizan el discurso sobre estas –desde las imágenes de “la ciudad vivida y experienciada”, hasta las “imágenes extrañadas” que suscitan un “extrañamiento crítico”.
Si el concepto de “Fotografía” supone “géneros” variados que van desde los más atábicos como la “caja negra” y el principio de la luz, los lentes, los filtros, la creación de imágenes de laboratorio, las imágenes que sugieren lugares y espacios citadinos, el paso del tiempo físico y la memoria en estos, la fotografía de “la ciudad como paisaje”, “panorámas”, “la ciudad desde si misma”, “la ciudad hacia la naturaleza” o desde esta última hacia aquella, la “fotografía en interiores”, la trabajada en el computador, las nuevas técnicas de fotografía pictórica que han resultado de ello y las distintas formas en que está presente en la fotografía en la “instalación contemporánea”, las Bienales de Fotofest han presentado un basto acercamiento “en géneros” de “la fotografia hacia sí misma como arte”.


Se ha llegado en muchos casos a cuestionar el carácter exógeno de una para la otra, “la fotografía y la ciudad”, enfocando sus inclusivismos. Dos años entre una bienal y otra no resulta muchas veces el tiempo suficiente, pero Fotofest “se retroalimenta” no sólo “desde adentro hacia fuera”—como por el efecto únicamente proposicional de sus organizadores, sino también en forma múltiple, “de afuera hacia adentro”, los “problemas conceptuales” a ser enfocados en cada Bienal provienen de las conclusiones que en la Bienal anterior se sucitaron en ambos sentidos, por lo que resultó del “viaje de la fotografía hacia sí misma”, según los problemas indagados, y por el resultado ante los espectadores?.


Recientemente la cede de la Bienal se ha trasladado a un galpón renovado en Downtown. Este movimiento desde las grandes urbanizaciones acomodadas, Riveroaks, el circuito galerístico de Colquit, Richmont, Montrouse, el museístico de Rice University, el Museo de Ciencias Naturales y las urbanizaciones aledañas hacia el Downtown, desde las primeras ediciones hacia las últimas, tiene que ver no sólo con la revitalización del Downtown, que ha sido emprendida en la Ciudad de Houston en los últimos años --el estímulo a las actividades artísticas y el uso citadino del mismo--, sino también con esa “relación retroalimentadora” a la que me refería antes; se siguen, de hecho, presentando --y más que antes-- muestras en las galerías y museos, hasta en el Museo de Jung encuentra uno muestras de Fotofest durante el programa bianual de la Bienal.


Indudablemente una de las bienales de fotografía más importantes del mundo gracias a su visión y probablemente “única en su género”, su interés y calidad se ha relacionado al de otros espacios de avanzada en el campo del arte hoy que se han caracterizado, en un sentido u otro, por indagar las relaciones entre “espacios convencionales” y “espacios no convencionales”, incluyendo artistas jóvenes anglo, anglosajones, europeos del oeste y del este, cubanos, africanos, asiaticos, una bienal abierta a la sorpresa y “la motivación heurística” hacia “el aprendizaje” resultante de la corroboración de las muestras. Varios artistas cubanos de calidad que viajan desde Ciudad Habana han presentado sus obras y a “la Fotografía Cubana” se han dedicado significativos esfuerzos.


La noción de “circuito” resulta, obviamente, estrecha, pues no contempla los elementos de espontaneidad y azar que tienen que ver con el principio de “circulación” que caracteriza a grandes ciudades modernas como Houston; las probabilidades son de recibir en las galerías, tanto a un “espectador” que se guía por el programa, como a otros que acuden a este motivados inicialmente por alguna muestra ocasional. Tampoco esta noción contempla la orientación y relación comunitaria de Fotofest a nivel educativo, pero sugiere el hecho de que --mientras en un “espacio muy convencional” como las salas del museo--, tienes una muestra de fotografías de investigación sobre “espacios no convencionales” en la ciudad, en “espacios no convencionales, puedes tener una muestra sobre “espacios convencionales” de la ciudad.


“Circulando por las galerías” estas “recorriendo la ciudad” según Fotofest, mientras “recorriendo la ciudad” te encuentras que en esta hay una constante; está teniendo lugar Fotofest. El concepto de actualización puede ser relevante para analizar Fotofest. Se presenta una muestra de arte jóven en “género testimonial” que tiene una relación a “la experiencia” y una en “género documental” donde prevalecen la “metonimia” y la “metáfora”, mientras se inaugura una muestra retrospectiva de un fotógrafo en el cual tenemos una forma más tipificada en ambos géneros décadas antes, actualizando con ello los géneros y mostrando perspectivas nuevas. Se ofrece así una mirada en la que distintos géneros se hacen “contrapunto”, a la vez cuestionando estereotipos y reabriendo perspectivas.


En un dibujo de 1995 en el que expresaba preocupantes intelectuales yo hablaba de una “estructura que se actualiza” indagando la idea de que, más allá de la ausencia de estructuras, o del fin de estas, la “actualización de una estructura” nos remite a un nivel de “plasticidad”, que bien se nos aviene en la era de la cibernética y la informática.


El concepto de una “estructura que se actualiza” cuestiona la bipartición “sincronía” (simultáneidad)-“diacronia” (linealidad), según la cual, para hayar la “estructura” hay que tratar el “objeto de estudio” como si estuviera “disecado” o “sin vida”, fuera de la “praxis vital”, algo que dominó la imaginación del estructuralismo hasta Lacan y Bourdieu. En la “estructura que se actualiza” –el movimiento progresivo de Fotofest desde galpones de feria, hacia un sólo espacio galerísico y luego hacia toda la ciudad, la forma como se actualizan perspectivas sobre la ciudad desde el arte y del arte desde la ciudad, los modos en que se actualizan las narrativas sobre los géneros fotográficos, por mencionar tres ejemplos de lo que llamo estructuras que se actualizan—la “diacronía” no es ya aquello que le llega a la “sincronía”, sobrepujandola como a su imposible, porque en la “sincronía” según cortes que suponía aquel concepto de “estructura”, la “estructura” no podía actualizarse, la estructura estaba tan “simbólicamente muerta” como aquello que para estudiar debía darle muerte simbólica.
No es aquella “estructura” que, como por un efecto podría sobrevenir desde su subyacencia hacia una condición otra. No es una “estructura” que se busca por debajo, hacia adentro en dirección a una “profundidad” o sobre la “superficie” en dirección a una “latencia”, sino una que “se actualiza en la actualidad del presente” que es su dinámica y su lugar de efectuación. Wendy Watries a hecho un valioso trabajo, su lectura de la fotografía a través de las muestras ha reunificado “sensibilidad” y “percepción”, “lo sensible” y “lo perceptivo”, “lo contemplativo” y “lo visual”, la imagen en su memoria. La contemplación como tal requiere tiempo para contemplar, es una actividad socegada, en la que lo contemplado es objeto de la contemplación tranquila, apacible, ella requiere la reunión del tiempo de los sentidos con el tiempo inerte del mundo físico, lo cual en ella acerca a su vez el “tiempo de la sensibilidad” y ese “tiempo inerte”.


Por eso en la contemplación decimos que “lo perceptivo” se pone en función de “lo sensible”, una forma “inclusivo-extensiva” en la que la contemplación de la ciudad y la ciudad contemplada coinciden como en la “imágen fotográfica”. Ello diferencia la perceptividad del perceptivismo que ha derivado en mucho arte óptico de efectos. Dado que la fotografía es por excelencia un arte que necesita del “perceptivismo óptico”, no poca fotografía más interesada en sus tecnicismos, ha sido reticente a esta conjunción entre “lo sensible” y “lo perceptivo” que ha sido priorizada por Wendy más bien hacia una “fotografia de las miradas”, lo que en un ensayo hace muchos años llamaba “El Mirar de la Mirada” que se refiere no ya a “lo que mira” y “al que mira”, sino al mirar de esa mirada haciendo extensiva la mirada en lo sensible.


El concepto de “contrapunto” que he mencionado en otro momento para referirme a formas de la crítica de arte y que proviene de la mùsica de Bach puede resultar eficáz y sugerente en este sentido; distintos acentos y matices que se contrastan y se relacionan, se diferencian y se complementan, se extrañan y se aprenden. Se presenta una muestra de arte jóven en “género testimonial” que tiene una relación a “la experiencia” y una en “género documental” donde prevalecen la “metonimia” y la “metáfora”, ampliando con ello más allá de la idea de que los géneros en sí se correspondan con tipos de imágenes y figuras retóricas a las que se han relacionado determinados estereotipos, mientras se inaugura una muestra retrospectiva de un fotógrafo en el cual tenemos una forma más tipificada en ambos géneros décadas antes.


Se ofrece así una mirada en la que distintos géneros se hacen “contrapunto”, a la vez cuestionando estereotipos y reabriendo perspectivas. Mientras salía de las muestras que mencionaba, andaba con un libro de George Gadamer en la maleta, “Estética y Hermenéutica” que he leído varias veces porque me gusta y sabía –me lo recordaba incluso en ese momento--que leería ese libro siempre como un libro nuevo, y que libro bueno no es realmente uno que puede leerse siempre, una y otra vez con la misma vivacidad como un libro siempre nuevo?. Aunque entendiera en profundidad los problemas abstractos estos podían recobrar nuevas posibilidades.

Workshop outcomes and further resarch developments in dance technologies continue here

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

coordinated by Johannes Birringer (London)

 

 

Join the new Dance Tech Maillist

Digital Cultures is supported by private-public partnerships and donations.